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Advertencia sobre empleos para Europa oriental y la antigua Unión Soviética
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Entrevista en audio
Stefano Scarpetta, coautor del informe (2m22s MP3)  i

Información relacionada
Texto íntegro del informe i
Haciendo negocios: base de datos spbre las condiciones para establecer negocios en cada país
Sitio web de Europa oriental y Asia central i

i = inglés
1 de noviembre, 2005 - Cuando los países de Europa oriental y la antigua Unión Soviética iniciaron su histórica transición de economías de planificación centralizada a economías de mercado hace algunos años, la pérdida de empleos era algo previsible.

No obstante, la creencia general era que el alto desempleo sería transitorio y disminuiría una vez que el sector privado emergente comenzara a crear empleos.

Sin embargo, un nuevo informe dado a conocer por el Banco Mundial disipa esa creencia al subrayar que tras 15 años, el desempleo continúa siendo un problema en dicha región.

Este informe, titulado Enhancing Job Opportunities in Eastern Europe and the Former Soviet Union, (Aumentar las oportunidades de trabajo en Europa oriental y la antigua Unión Soviética) analiza las conclusiones en materia de empleo en 27 países en transición desde la caída del comunismo.

Stefano Scarpetta, coautor del informe, explica que, si bien todos los países de la región han efectuado reformas dignas de admiración en la última década y media, faltan oportunidades de empleo en la mayoría de los países.

Principales consecuencias

"Esta región ha mejorado enormemente su desempeño económico desde 1990", indica Arup Banerji, supervisor del informe y gerente del sector en el Departamento de Economía del Desarrollo Humano de la región de Europa y Asia central (ECA) del Banco.

"Pero a menos que se creen más y mejores empleos en la región, podría estancarse la reducción de la pobreza que hemos visto en los últimos años, lo cual, a su vez, socavaría realmente el apoyo político para las reformas”, advierte.

Un problema variable

El informe recalca que el problema con el mercado laboral varía considerablemente entre los países que integran la región.

"En aquellos países que han ingresado en forma reciente a la Unión Europea y los países en vías de adhesión, el problema en el mercado laboral es realmente la desocupación y el desempleo a largo plazo”, comenta Stefano Scarpetta, coautor del informe, asesor en asuntos del mercado laboral y principal economista de la Vicepresidencia de Desarrollo Humano y Protección Social del Banco.

"En estos países, la tasa de desempleo alcanza los dos dígitos y cerca del 50% de los desempleados pasa más de un año en busca de trabajo".

Según el informe, incluso en aquellos países que se están reestructurando con más rapidez, como es el caso de Polonia y la República Eslovaca, el desempleo fue del 19% y el 18,2% de la población activa en 2004, respectivamente, a pesar de los altos índices del crecimiento económico.

"En cambio, en los países de ingreso bajo de Asia central, el problema es en realidad la calidad de los empleos. La gente tiene trabajo pero, en general, se trata de un trabajo de muy baja productividad con un salario bajo", explica Jan Rutkowski, principal economista de la región ECA y coautor del estudio.

El informe descubre que en los países de la antigua Unión Soviética donde las reformas se llevan a cabo en forma más lenta, tales como Azerbaiyán, Moldova y Ucrania, muchos integrantes de la fuerza laboral se encuentran atrapados en trabajos de bajo ingreso o han tenido que volver a la agricultura de subsistencia.

Cambia la naturaleza de los empleos

En general, el informe señala que el cambio más grande desde la transición ha sido el viraje de un empleo seguro, aunque no muy bien remunerado, a empleos menos estables con un mayor potencial de ganancias.

Pero señala que en los países de ingreso bajo de la antigua Unión Soviética, han aumentado radicalmente los trabajos temporales e informales - tanto es así que en la actualidad están casi al mismo nivel que en los países en desarrollo.

Los cambios en la naturaleza de los empleos han afectado, en conjunto, a hombres más que a mujeres. Se perdieron empleos en los sectores dominados por los hombres, como en la industria pesada, pero se ha facilitado el acceso de las mujeres a las nuevas actividades creadas en el sector de servicios.

Estrategias para el futuro

El informe llama a un planteamiento sobre dos flancos dirigido a crear más y mejores empleos, haciendo hincapié en que desde el punto de vista político, la creación de empleos viables y duraderos afianzará el apoyo para poder continuar con las reformas del mercado.
 
Scarpetta comenta que el primer flanco gira en torno a mejorar el clima para la inversión - proporcionando un entorno en el cual las empresas de todos los tipos tengan incentivos apropiados para invertir, expandir sus actividades y contratar a más trabajadores.

Si bien casi todos los países de la región estimularon el clima para la inversión en losl últimos años, siguen existiendo serias limitaciones. Por ejemplo, tener un negocio en los países de ingreso bajo de la antigua Unión Soviética implica grandes riesgos debido a la inseguridad de los derechos de propiedad, la débil capacidad para hacer cumplir los contratos y una infraestructura poco fiable.

En los países de mediano ingreso de la antigua Unión Soviética, tales como Belarús, Kazajstán, Rusia y Ucrania, existen varias trabas como demasiado papeleo burocrático, regulaciones ineficaces y la necesidad de numerosos permisos.

En Europa central y oriental, resulta difícil hacer negocios debido a los elevados costos directos, tales como los impuestos y las excesivas regulaciones del mercado laboral.

Explica que el segundo flanco del planteamiento es “mejorar la adaptabilidad del mercado de trabajo - un mercado en el cual el empleador tiene el incentivo adecuado para contratar a más trabajadores, pero también uno donde se ayude a los trabajadores en su transición de un trabajo a otro".

No obstante, en general, Scarpetta explica que debido a que son las nuevas empresas privadas de pequeña envergadura las que crean fuentes de empleo, los gobiernos tienen que exigir reformas más abiertas a los emprendedores - el problema de los empleos no se solucionará sólo con gastar dinero en medidas activas en el mercado laboral.

"Los programas y las políticas en materia de empleos para la reorientación profesional o ayuda a los desempleados no serán suficientes para solucionar el problema fundamental", concluye.